Se acabó lo que se daba, amigos. El cuadrilátero final ya está montado. Ocho contra ocho y que Dios reparta suerte. Antes de que Detroit se engarce su cuarto anillo, desde esta marquesina seguimos mirando al pasado más glorioso con la esperanza de que, con suerte, estas semanas nos deparen algún momento, algún destello, algún mordisco mitológico como los que han plagado nuestra memoria basketbolera: el tiro de Jordan contra Cleveland, la bandeja estratosférica de Erving contra Los Ángeles, el misil de West del post de abajo... O el que ahora recordamos: 1987. Quinto partido de la final del Este contra contra Detroit. Cinco segundos como cinco péndulos de la muerte. Thomas saca confiado desde la banda. La cosa parecía fácil pero ahí estaba la mano, más bien garra, de Larry Bird para zarpear el balón, girarse en un chotis glorioso sobre alguna tabla (sin duda nieta legítima del parquet de los años 20) y pasarle la patata caliente a Dennis Johnson, que la colocó en la canasta con una bandeja no menos fulgurante y fulminante. El Garden estalló, aunque ya estaba acostumbrado a gestas similares en los últimos años. Boston pasó a la final, que perdió con Los Ángeles en seis partidos. Pero absolutamente en todas las retinas seguía golpeando el robo de balón más mítico de la Historia del baloncesto. Para más de uno, el canto del cisne de los dorados años 80. Para más de dos, de la NBA más mítica, más genial, más apoteósica. Este es mi momento preferido de los playoffs (bueno, uno de los mil preferidos). ¿Y el vuestro?
PD. Un abrazo a mi colega y amigo José Manuel Cuéllar, cuyo blog de abc.es le bailaría el agua al mismísimo Isiah en sus años más chulitos.
8 comentarios:
Yo tengo para dar y tomar, porque como soy de los Lakers: Fisher a 4 décimas, exquisito; Horry frente a Sacramento, triple en el último segundo; remontada frente a Portland, final de Conferencia 2000; y retrotrayéndome al pasado, pues, me quedo con Bob Cousy votando la bola para finalizar los últimos segundos que el dieron el campeonato de 1962 o 63 a Boston (no me acuerdo exactamente cual), es el que más me mola; cuando ves abrazándose a Cousy con Auerbach y con no sé si Satch Sanders u otro.
Ese Houdini de moda. Cómo bailaba a los contrarios. Luego dijo: "Tampoco es que hicieran mucha presión". Megacrack. Y los horryazos son también clásicos de los modernos playoffs. También me quedo con el enorme gancho de Magic contra los Celtics en pleno Garden. Qué jugadón.
yo uno de mis favoritos es el palmeo a lo boleibol de espaldas de Ralph Sampson contra los lakers, que daba el 4-1 a Houston y el pase a las finales del 86 uqe palmaron contra los celts. O el triple en carrera de Rexxy Chapman contra .... ahora no me acuerdo del otro equipo.;-)
Ah Sampson, qué megacrak. Lástima que se partió por dos y acabó en la ACB (o preACB) arrastrándose. Y ahora que lo mencionas, ¿qué decís de los bailes a lo Fred Astaire de Olajuwon en sus dos anillos? Pura poesía en movimiento, amigos
The Dream...como se comio a Shaq y Ewing en dos años consecutivos, era clase en estado puro, el mejor pivot de los 90, y ni ewing, ni robinson ni ostias. eso era un pivot. no se si incluso llego ha hacer un quituple doble...lo revisare. esa gran generacion de pivots africanos, con Olajuwon, Manute Bol, o el gran centroafricano Anicet Lavodrama. que crack.
Quíntuple no sé, pero cuádruple sí que hizo al menos 2. Era la elegancia en persona, como English, como Pippen, como West. Esos años tampoco eran mancos, con Clide Drexler revoloteando. A ver si un día hago un post sobre el mitico Phi Slamma Jamma de la universidad de Houston.
elegancia pura y dura, esa es la palabra, amigo, elegancia, clase, glamour, palabreja que ahora se usa para todo y para todos, incluso para seres indeseables tipo yolas o danis dj`s. ahora el nota se ha casado y vive en jordania, menudo este hakeem.
Ya te digo. O, por ejemplo, que Shaq decore su casa como Al Pacino en Scarface. Así, dando ejemplo a los niños. En fin, buen weekend y suerte a Gasol y sus grizz. Salu2
Publicar un comentario