




Bueno, por fin mi ordenata tiene a bien digerir los estupendos logos de los Nuggets que ayer no me dejó, el tunante. Ahí va ese cuarteto de lujo, con el diseño sobrio de los inicios, el pitufo picador, el derroche arcoiris made in Chueca y la montañita ocre que actualmente se ha vuelto azul celeste. Y rapidito pasemos al "quinto elemento" gráfico, que no es otro que el gran Tom Petty, colaborador en las Finales con dos de sus últimas tonadas, "Saving Grace" and "Big Weekend", como los jugones melómanos habrán comprobado. La verdad es que el rubio de Florida es uno de los nuestros de siempre, ya desde los tiempos de los Sundowners o los Epics, aunque donde realmente ofreció lo mejor de sí mismo fue en los primeros Heartbreakers con ese sonido indie pero limpio y pegadizo pero sofisticado de discos como "You're Gonna Get It!" o "Hard Promises". Sin embargo, para muchos Tom está unido indisolublemente con la resurrección ochentera de Bob Dylan, con quien tocó codo con codo en giras magistrales, como bien recogió el documental "Hard to Handle" ("Knocking on heaven's door" a dos voces y solo de armónica es sencillamente insuperable). Luego, con Orbison y Harrison montaron los Travelling Wilburys, supergrupo que realizó dos simpáticos discos (curiosamente titulados vol. 1 y vol. 3, así que no busquéis el 2). Y hasta ha hecho cine el truhán, como el megabodrio de Kevin Costner "El mensajero del futuro", donde no aparece hasta el final de sus dos horazas y media, y encima deslucido. En fin Tom, bienvenido al club de los jugones. Eres un crack.